Es así, los combustibles, ya sea nafta o diésel, se vencen. Te contamos por qué.
El proceso de degradación de estos consisten en una oxidación de los hidrocarburos que generan compuestos insolubles y gomas, que pueden dar problemas en el almacenamiento, transporte y uso final del combustible.
Los factores que afectan de manera más importante a esta degradación son la composición del combustible, el paso del tiempo, la presencia de oxígeno, la incidencia de la luz, el sometimiento del carburante a altas temperaturas y la presencia de metales que actúan como catalizadores de las reacciones de oxidación.
Períodos superiores a tres o seis meses pueden provocar la desestabilización de naftas o diésel, alterando sus propiedades físico-químicas y generando residuos que pueden dar lugar a los problemas descritos anteriormente.