Bosch anunció la optimización de algunos de los sistemas que componen a los motores diésel que permiten bajar drásticamente la emisión de NOx (óxido de nitrógeno) al medioambiente.
Los nuevos componentes consiguen que un “gasolero” emita solo 13 miligramos de NOx por cada kilómetro recorrido, según mediciones de la empresa realizadas en las mismas condiciones que las homologadas, aunque también asegura poder alcanzarla bajo cualquiera temperatura exterior y tipo de conducción.
Esta cifra es 10 veces menor al límite establecido para 2020 en la Unión Europea, de 120 miligramos por cada kilómetro en conducción real. La explicación de esta baja se encuentra en un sistema de recirculación de aire de rápida respuesta y de gestión de la temperatura que consigue mantener ésta en los niveles óptimos para que el NOx emitido sean los mínimos posibles.
Así, la intervención del turbo en la gestión del aire es vital, del mismo modo que se garantiza que la temperatura del escape nunca baje de 200 grados, cifra ideal para el correcto funcionamiento del filtro de NOx.
Sin embargo, lo más relevante es el tiempo de posible implementación de esta tecnología, la cual ya mismo puede entrar en acción, dado que no se añaden nuevas piezas que compliquen y encarezcan el armado de los bloques.
